Puesta en valor gastronómica de conceptos como la hora del vermut, almorzar, ir de tapas o incluso comer
Chema Ferrer
Poco antes de las pasadas Navidades, el empresario hostelero Juan Sancho inauguraba su segundo Ultramarinos Pope, esta vez en Valencia, junto a la Alameda, en un local primoroso de casi 400 metros cuadrados extraordinariamente decorado con un estilo provenzal muy mediterráneo por el estudio Salamandra Interiorismo, a la sazón dirigido por la esposa de Juan, Susana Garrido Clemente. El local es diáfano, con una entrada donde se muestran estanterías y vitrinas repletas de vinos y conservas, además de dos expositores repletos de los mejores quesos y chacinas del mundo; preside esta oferta un rincón de jamón al corte donde las cuatro denominaciones de origen de jamón ibérico están representadas: Dehesa de Extremadura, Jabugo, Guijuelo y Los Pedroches, todos ellos listos al corte y por manos expertas. Y es que en Pope dan servicio como una tienda clásica de ultramarinos, pero también existe la posibilidad de consumir todo lo expuesto sobre una interminable barra de mármol blanco, con cómodas banquetas donde gozar del disfrute en vertical de la gastronomía o incluso en sus comedores El aperitivo aquí se escribe con palabras mayúsculas; ni que decir tiene que existe una amplia y sugerente oferta de vermuts, pero lo más impresionante es su oferta de vinos por copas, ¡más de 40 referencias! Al fondo, se abren los comedores, uno de ellos privado, lugar donde se sirven los platos de la carta de manera formal.
Almuerzos para gourmands
Que existan cinco tipos de gildas en la carta dice mucho de lo que nos podemos encontrar en Pope: Gilda de Anchoa, la de Pulpo picante, una de Anchoa dulce con pepinillo, la clásica de Boquerón y otra con Boquerón picante. Imprescindibles en la comanda las Patatas Pope, a base de patata agria asada, mejillones en escabeche, jalapeños, pepinillos y la refrescante salsa mayonesa al limón casera. El servicio de ostras va a ser cosa a tener en cuenta y además con precios muy asequibles (cosa que interesará y mucho a los apasionados por este bivalvo). Entre los pica-picas hay probar el Tartar de Berberechos, el Vitelo tonatto, las Alcachofas confitadas con emulsión de ajo negro y virutas de jamón ibérico y cosas tan sorprendentes como sus Anchoas sobre Sobao pasiego. Las tablas de quesos se diseñas en el momento al gusto y, obviamente, el jamón ibérico dada su oferta. Los dulces y tartas, como salida de comidas o a la hora de merendar son todos artesanos: Tarta de calabaza con Granola chocolateada, el Pope cheese Cake, un Coulant de Chocolate blanco con Helado de vainilla de Madagascar o el Fruit de Chocolate de Pablo Garrigós
Cierro con el momento del esmorzaret valenciá, este es un lugar para hacerlo gourmand, no solo por todas las propuestas para picar, sino por los propios bocadillos creativos, como el Chapata de Jamón ibérico, el Pastrami Pope (que lleva carne de black Angus, pepinillos, brie, tomate, rúcola y salsa Pope de mostaza), el Blanc i Negre, el bocadillo Mallorquín ( con sobrasada de Mallorca y queso brie Trufado) o el Pope del mar, a base de ventresca, puré de berenjena, cebolla confitada y tomate seco. No se pierdan este espectáculo para los sentidos.
C/Amando Palacio Valdés, 3. Valencia