José León encumbra la variedad autóctona de Utiel-Requena
Chema Ferrer
Bodega Las Mercedes de Cabriel ha vuelto a elevar el listón de la bobal a lo más alto con su Esencia 2018 (PVP 110€). Sin duda, este vino se convierte en todo un referente de hasta dónde puede llegar el trabajo concienzudo de la variedad nativa en la comarca vitivinícola de Utiel-Requena. Tan solo 303 botellas han salido al mercado y amparadas por el Consejo Regulador, vino elaborado bajo la batuta del prestigioso enólogo José Hidalgo Togores. Este caldo procede de un viñedo octogenario que prospera junto al Parque Natural de las Hoces del Cabriel, a 900 metros de altitud. Las uvas pasan por una doble mesa de selección y fermentan con levaduras silvestres, sin aditivos enológicos. Maduración de 28 meses en barricas de roble francés de grano extra-fino y las botellas salen del botellero de afinado con un mínimo de 10 meses.
En copa muestra un intenso color rojo picota con ribete morado. En nariz exhala aromas delicados de frutas negras y rojas silvestres (moras, grosellas y frambuesas), con notas florales y de monte bajo, suaves matices especiados y ahumados de la madera de roble como sándalo, canela y clavo. En boca es complejo, con una sorprendente frescura. Es potente, largo, con taninos muy pulidos y un final lleno de sensaciones. Vino de guarda, de evolución positiva durante al menos dos lustros.
La finca del presidente Canalejas
El malogrado presidente del gobierno de España José Canalejas (1854-1912) fue propietario de la finca, hoy pago Las Mercedes. Aunque en este emplazamiento se elabora vino desde hace dos centurias, las antiquísimas cavas lo demuestran, es desde el año 1896 cuando comienza a elaborarse vino en la bodega que hoy por hoy se puede visitar y que, como curiosidad, está diseñada para aprovechar la gravedad en el movimiento de mostos y vinos. Su terruño se arremolina entorno a ella, una edificación de estilo modernista proyectada por el arquitecto Demetrio Ribes, el mismo que erigió la esplendorosa Estación del Norte de Valencia. Su emplazamiento a casi 900 msn y la antigüedad de su viñedo de bobal, lo hacen perfecto para la vinificación de grandes vinos. Así lo entendió y puso en práctica el bodeguero José León, su actual propietario.