El chef Sergio Giraldo recoge un Sol Repsol en San Sebastián
El pasado lunes 12 de abril, La Sastrería acudió a la gala celebrada en el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián, escenario de la entrega de los distintivos gastronómicos Soles de la Guía Repsol, lo que en España se traduce como una suerte de Guía Michelín. El galardón lo recogió Sergio Giraldo, cocinero-socio de este restaurante. Este está situado en el barrio del Canyamelar-Cabanyal de Valencia, con una cocina absolutamente artesanal en la que se mantiene un equilibrio entre las técnicas tradicionales y la creatividad. El ambiente de sus comedores y barra, dos espacios diferenciados y con su propia carta, es una viva expresión de ese espíritu, es muy singular, un trabajo llevado adelante por el estudio valenciano de decoración Masquespacio. Alimentos de temporada, frescos, cercanos y una buena dosis de la tradición culinaria local siempre fue el epicentro de la cocina de Sergio, así lo declara, no hay ambages y no es amigo de trampantojos. Su trayectoria para defender su estilo lo precede, ya que, aunque todavía joven, posee una dilatada trayectoria: de su Plasencia natal viajó a aprender en la escuela de cocina Luís Irizar en San Sebastián, pasa su tiempo en la cocina de Martín Berasategui, lo mismo con Subijana, trabaja en Las Rejas con Manuel de la Osa siendo jefe de cocina y confesando que es donde aprendió a guisar. Ya en Valencia inaugura con Tomás Arribas el Q-tomas y más tarde, pasó de dirigir las cocinas del Marina Beach hasta llegar a conformar su cocina más personal en La Sastrería.
Homenaje al sector hostelero
Sergio Giraldo se mostró emocionado y agradecido por un reconocimiento que llega con tan solo ocho meses de andadura y en medio de una situación terrible para el sector hostelero, “Los clientes y amigos que nos han ido mostrando el camino forman parte de nuestra esencia y estamos aquí gracias a ellos”. También hizo referencia a sus grandes maestros, “En primera persona agradezco todo lo que he aprendido en las casas donde he ido pasando, mención especial para la escuela donde me formé Luis Irízar y mis dos grandes maestros Francis Paniego y Manuel de la Osa”. El premio da alas a todo el equipo con el que Giraldo se ha rodeado para llevar adelante este proyecto en la ciudad. El cocinero destaca la integración del restaurante en el barrio, del que desde el primer momento quiso integrar en la filosofía del restaurante y de su cocina la manera de sentir y de vivir en entorno tan castizo como el Canyamelar, “Gracias a todos nuestros vecinos por su acogida, nos sentimos muy queridos desde el primer momento en el que levantamos la persiana”. Apuntó finalmente, “Estos premios reconocen la valentía y resistencia de la cocina española, poniendo en valor el trabajo de los cocineros y cocineras en uno de sus años más duros. La alegría del premio quiero compartirla con todos los compañeros y compañeras que están batallando para salir adelante”.