Soleras y criaderas en la histórica Destilerías Pla para elaborar su Brandy Vell
Chema Ferrer
En los primeros meses de 2015, la DOP Cognac anunciaba que el declive de las apetencias por el coñac no solamente se había frenado, sino que el interés por esta bebida destilada y envejecida en barrica estaba en aumento. Ha pasado más de un lustro, y esta revitalización todavía no se ha consolidado en España. Las bebidas de diseño, los purgantes de la Selva Negra y el rodillo del gintonic y sucedáneos, todavía hacen tabla rasa sobre un consumidor adocenado. La producción de brandy en España tiene una larga tradición, más antigua incluso que la de los brandys franceses producidos en Cognac y Armagnac. Elegantes y aromáticos, envejecidos en roble, el brandy proviene de vinos blancos, muy secos, Las diferentes regiones del brandy basaron su estilo en las variedades locales. Los brandys más apreciados se obtienen por doble destilación en cobre. Al igual que los buenos vinos añejados, algunos se someten a una larga peregrinación desde barriles nuevos hasta cascos más maduros. Las menciones reguladas del método de envejecimiento por soleras arranca con la de seis meses, para pasar al Solera Reserva, de un año, y la Solera Gran Reserva con más de tres años. Los brandys españoles son el alter ego del coñac francés, tienen referencias sublimes y en tierras valencianas es Destilerías Plá la que guarda en algunas botas seleccionadas uno de sus mejores secretos, el Brandy Vell. Esta es una de las pocas empresas valencianas que puede afirmar con orgullo que ha sobrepasado el centenario trabajando con los mismos métodos e ilusión que el primer día. Fue en 1890, cuando el tío Pepe Pla, un emprendedor del siglo XIX decidió iniciar una aventura que le llevó a elaborar lo que es a día de hoy unode los mejores brandys de España.
Tradición centenaria en Puçol
Las cosas se valoran por ser escasas, pero otras porque realmente poseen el valor de lo auténtico, de la calidad en suma. Este es el caso de una de las bebidas espirituosas más insólitas de entre las que se embotellan en Valencia. Este brandy envejece en las mismas barricas que lo hacía hace más de cien años, una circunstancia que le da un olor y un color intenso además de un sabor único. Tan solo se sacan a la venta 600 al año de los 12.000 litros que la destilería tiene en existencia. En copa se aprecia su color caoba oscuro, es llamativa su lágrima densa y persistente. Aromas a frutas pasificadas, ajerezado, frutos secos, vainillas y balsámicos, recuerdos a regaliz. En boca es meloso, vuelven las frutas pasas, es aterciopelado y reconfortante. Destilerías Pla también elabora licor de café (café elaborado en la propia fábrica), mistela, cazalla, ron, absenta, anís y una bebida propia que sólo se elabora en Pla, el Temperante.