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El enólogo Rafael Navarro Pardo (San Antonio de Requena, 1965) ha sido reconocido como Mejor Enólogo del Año 2022 por la Asociación Valenciana de Enólogos, entidad que reúne a los profesionales del ramo de toda la Comunitat Valenciana. “Rafa” Navarro, como se le conoce en todo el sector, es cofundador y socio de Bodegas Hispano Suizas y enólogo la cooperativa El Progreso de San Antonio de Requena, la que hoy es la mayor cooperativa de la Comunidad y donde lleva 38 años de profesión. La bodega a la que llegó en 1985 recogía algo menos de 10 millones de kilos de uva y hoy supera los 24 millones. Y todo eso bajo los parámetros de la rentabilidad y de la evolución del sector, ya que de una bodega que producía fundamentalmente bobales ha pasado a producir variedades más acordes con un mercado globalizado, incluyendo castas foráneas que se han adaptado perfectamente al terruño de Requena.
“Cuando comencé, el 99% de la uva era bobal, ahora hacemos ocho tintos diferentes con otras tantas variedades, hacemos cinco vinos base de Cava, tenemos rosados clásicos y de estilo provenzal, chardonnays, etc…” dice. Detrás de esa evolución hay un trabajo codo con codo con los viticultores, de los que dice que tiene la suerte de contar con socios que son valientes pero no temerarios, que se dejan aconsejar y que nutren la bodega año tras año con la mejor uva posible. Los ingleses dirían que es un “One club man”, fiel siempre a esa bodega a pesar de haber compatibilizado su labor con otras firmas y como cofundador y socio de Hispano Suizas.
El capricho y el reto de Hispano Suizas
Navarro estudió en la Escuela de Enología de Requena y a continuación se puso a trabajar en El Progreso, que sólo abandonaría para realizar formaciones como la realizada en la Universidad de Montpellier, que le abrió la mente y el alma en un viaje iniciático que no ha hecho más que crecer: su admiración por el saber hacer de los franceses. “En Francia descubrí la sensibilidad que ellos tienen para tratar el viñedo, las variedades, cómo conseguir grandes vinos a partir del cultivo de la uva, cómo diseñan un vino desde el origen”, dice. De Francia también trajo el reto de experimentar con aquellas variedades en Requena. Para ello comenzó a plantar sus propios viñedos, y hacia 1998 se atreve con pinot noir, cabernet, tempranillos, syrah, sauvignon… En ese ejercicio de prueba-error muchas variedades no pasaron el filtro de su exigencia y fueron sustituidas por otras. Ese fue el germen de lo que más tarde sería Bodegas Hispano Suizas.
En aquellos años se cruza en su vida Pablo Ossorio y Marc Grin y tras darle vueltas descubre que tiene en común el mismo sueño que ellos, hacer vinos diferentes, de alta calidad, sin complejos de hacerlo desde un territorio a priori con mucho por desarrollar. Hispano Suizas se convirtió muy rápido en la bodega de referencia del cava en la Comunitat Valenciana con sus Tantum Ergo, combinando el chardonnay y el pinot en cuanto la DO Cava permitió estas variedades francesas. Hispano iba por delante, ya tenían las plantaciones en cultivo y las elaboraciones experimentales en marcha. Esos cavas “afrancesados” que han hecho célebres a la marca de Requena dieron paso luego al blanco y el rosado Impromptu, los tintos Bassus, Bobos y hasta un Bassus dulce. “¿Una variedad de éxito por la que apostamos? Pues el pinot noir, sin duda, que cuando lo planté decían que estaba loco porque es una variedad que en este terroir, altitud y amplitud térmica en las últimas semanas de cosecha da unos vinos espectaculares”, como se han demostrado con cavas, rosados y tintos de Hispano. Su finca suma ya 100 hectáreas y de ahí salen todas las joyas de Hispano, siendo la última jugada ganadora la del Albariño Finca Casa Julia.