Nuevas añadas de la bodega de Ribera del Duero
Chema Ferrer
El enoturismo en el Duero tiene parada obligatoria en la Finca Villacreces, enclave donde se elabora el reconocido tinto Pruno, del que ahora sale al mercado su añada 2020. Este lanzamiento ha sido aprovechado por la bodega para poner en valor su pasado histórico rindiendo homenaje a su primer morador, el franciscano Pedro de Villacreces, de quién toma su nombre, y a uno de sus clérigos más destacados, San Pedro Regalado, patrón de Valladolid. Villacreces estudió en la Universidad de Salamanca y allí llegó a dar clases de teología, pero su fervor espiritual le llevó a renunciar a todo, como al fundador de su orden, San Francisco de Asís, y llevar una vida de eremita. Han pasado más de ocho siglo y su pasado franciscano se hace patente a través de la pequeña ermita que se encuentra junto a la bodega. Es un lugar de rezo que recuperó la familia Antón como homenaje al asentamiento de monjes que se establecieron en estas tierras en el siglo XIII para dedicarse a la reflexión, penitencia, a la contemplación de la naturaleza y al trabajo en el campo.
Magnum y edición especial
Pruno adelanta su nueva añada, la 2020, con esta edición especial en tamaño magnum bajo el nombre ‘Los secretos de Finca Villacreces’. Tras rendir en años anteriores homenaje al Duero, la fauna, la flora y el factor humano, el quinto secreto de Villacreces alude a su pasado espiritual. Finca Villacreces apuesta por el respeto al privilegiado entorno natural que la rodea, por lo que, desde hace cuatro años, se encuentra en proceso de certificación ecológica. De hecho, la totalidad del vino de este magnum está calificado como vino orgánico.
El gurú del vino Robert Parker afirmó que Pruno era el mejor vino español por menos de 20 dólares. Un calificativo práctico para este ensamblaje de tempranillo con un toque de cabernet sauvignon. Viñas en espaldera sobre suelos franco arenosos. La uva llega a la bodega en cajas de 15 kg. para pasar por mesa de doble selección, en racimo y en grano. Cada parcela se elabora por separado y sus depósitos automatizan las tareas del bazuqueado durante la fermentación. Crianza de un año en barrica francesa de segundo y tercer año. En copa muestra un color rojo picota intenso, con ribete amoratado. Aromas, con notas complejas y concentradas a cacao tostado y caramelo con leche, con fondo de fruta roja en confitura (arándano y cerezas). Recuerdo mineral. Potente, carnoso y buena estructura. Amplio, con buen volumen donde se aprecian taninos maduros bien integrados. Chocolate negro y recuerdos balsámicos de regaliz