La calidad de este bivalvo autóctono se verá beneficiada por las recientes lluvias
Chema Ferrer
El martes doce de abril dio comienzo oficialmente la campaña de la Clóchina de Valencia 2022. El presidente de la Agrupación de Clochineros de los puertos de Valencia y Sagunto indicó que no se prevé una gran variación en la producción de las 22 bateas productoras y que serán entorno a las 1.200 toneladas las que salgan al mercado. El acto se llevó adelante en el restaurante En Boga by Rafael Brández, sirviéndose una degustación del bivalvo valenciano acompañado de una degustación de cavas de Requena.
Muy llamativo de estas primeras clochinas en esta temporada es el extraordinario buqué y buen tamaño de la carne que presentan. Así, la Clóchina de Valencia ya está disponible para los consumidores en los mercados, pescaderías y grandes superficies, eso sí, siempre teniendo en cuenta a la hora de su adquisición, bien en su formato tradicional o como “clóchina limpia”, que el saco posea la marca de calidad otorgada por la Generalitat Valenciana, garantía ante la oferta de otras procedencias foráneas y de menor calidad. Es muy habitual que en ocasiones se ponga en el mercado clóchinas de otras procedencias que se disfrazan con etiquetas muy llamativas con “senyeras” valencianas y logotipos falsificados que llevan al engaño del consumidor.
Diferencias entre clóchinas y mejillones
La clóchina es un cultivo, algo así como plantar semillas, cuidar del crecimiento de los moluscos y luego proceder a su recolección en los últimos días de abril, siempre atentos al calendario lunar , en concreto entre la luna llena de abril y la menguante de agosto. El origen de esta actividad en tierras valencianas se remonta al siglo XIX, cuando en el puerto de Valencia se instalan las bateas clochineras, auténticos barcos amarrados al fondo y con una cubierta modificada para las labores de la clóchina. La singularidad de este bivalvo valenciano con respecto al de otras partes del Mediterráneo o a su primo hermano el mejillón, reside en la salinidad de las aguas donde crece y a su estacionalidad, ya que en Valencia llega ahora a finales de abril el tiempo de su sazón. Hay que tener en cuenta también, para su diferenciación, el estudio que realizó el Departamento de Tecnología de los Alimentos de la Universidad Politécnica de Valencia, situando el molusco valenciano por encima del mejillón del Delta del Ebro y de Galicia en aroma, sabor y jugosidad. Así, la clóchina también se diferencia del mejillón por su menor tamaño, una tonalidad más suave y por un sabor más intenso. Respecto de las propiedades nutricionales de la Clóchina de Valencia, cabe decir que es una fuente pura de proteína, rica en vitaminas, calcio, hierro, potasio, fósforo, magnesio y Omega 3.