Chema Ferrer
1982 supuso un hito para los vinos valencianos de calidad, ya que en ese año, Francisco Martínez Bermell aportó su granito de arena con Vera de Estenas embotellando su primer vino de calidad; un camino al que paulatinamente se irían sumando otros bodegueros. Hasta esa fecha, la viticultura valenciana estaba volcada en la elaboración y exportación de graneles y solo un puñado de bodegas embotellaban vinos que, salvo honradas excepciones, ocupaban el espacio comercial de los vinos económicos. En el inicio de la década de los ochenta, el viñedo de Vera de Estenas incorporaba numerosas innovaciones, como cepas de variedades francesas: merlot, chardonnay o cabernet sauvignon, que estas prosperaran en espaldera o sentar las bases para que la bodega y su terruño pudieran convertirse oficialmente en el Pago Vera de Estenas muchos años después. Tras el embotellado del primer vino de calidad de la bodega, el Vera de Estenas, llegaron otros como el Viña Lidón Chardonnay, el Merlot Martínez Bermell o El Casa Don Ángel Bobal.
El pasado jueves 23 de junio se celebró por todo lo alto la efeméride del primer vino embotellado, la bodega organizó una velada a la que acudieron amigos de la bodega, proveedores y clientes, así como medios de comunicación. El acto comenzó con la puesta en valor de la trayectoria de la bodega por parte de su enólogo y director, Félix Martínez, que puso especial énfasis en poner en valor el espíritu fundacional, hoy encarnado en una tercera generación de la familia que ya ocupa cargos de responsabilidad. El mismo día del evento, la bodega fue galardonada con un reconocimiento por parte del círculo de enófilos Utiel-Requena.