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 In Portada, Restaurantes

Más que destacables platos de cuchara en sus menús de invierno

Chema Ferrer

Llevamos ya más de un lustro en el que se viene confirmando que las tendencias de la alta cocina ya no pasan por los laboratorios que muchos chefs habían instalado junto al cuarto frío de la cocina. Las cosas del respeto medioambiental, la vuelta a la utilización fiel de productos de temporada, autóctonos y de cercanía han propiciado una vuelta a la cocina tradicional sus recetarios, eso sí, siempre con un toque personalizado o algún oropel de nouvelle cuisine del IIIer. Milenio. Hay otros que arrancaron directamente con esta filosofía, como el restaurante de barrio Bariván, en Campanar. En sus mesas se sirve mayormente cocina de siempre, aunque en muchas ocasiones tamizada por el filtro de la cocina moderna pero sin retorcerla tanto que no se reconozca…, una cocina honesta, vamos.

La responsable de la cocina es María del Carmen Navarro Martínez, dedicada a estos menesteres por vocación pero también por herencia familiar en la profesión. Su hijo, Iván Rubio la impulsó en el negocio hostelero a partir de su incorporación en 2008, llegando con posteridad también a la cocina su hermano, Christian Rubio. De Bar Iván pasó a Bariván y tras alguna reforma de su comedor principal se le añade la categoría de restaurante. De buena mañana ya ofrece el clásico almuerzo valenciano y donde triunfa entre semana es con sus menús a mediodía, es tanta la calidad de lo servido sobre los manteles que he llegado a ver triplicar mesas dada la demanda. Más allá de estos dos momentos cotidianos, las noches del fin de semana ofrece cenas a la carta con innumerables platos de cocina española, pero también otros que poseen un toque fusión y de creatividad haciendo especial hincapié en las sugerencias del día, dada su fidelidad a lo que la tierra ofrece en cada estación.

Las croquetas del éxito

Hay que contar que buena parte de la popularidad que goza el restaurante es por el servicio que dio durante la reclusión pandémica. Además de cocinar una base de platos clásicos para llevar, cogieron fama por su calidad las croquetas, que diariamente se elaboraban por centenares y con las que aliviaba las penas de reclusión del vecindario. Actualmente, el menú de entre semana sale por 12€ y se sirve en notable vajilla selecta: Gazpachos manchegos, Lentejas clásicas con chorizo y oreja los lunes, Merluza a la vasca, Codillos al horno, Pisto manchego, Frituras de pescado, Lacón a la gallega, Ensaladas ilustradas y los jueves siempre hay una clásica Paella valenciana cocinada con mano diestra. La carta incluye más de una cuarentena de propuestas que se sirven en raciones, como un excelente Ajoarriero, Calamar de playa con verduritas plancha, un sorprendente Cazón en adobo o las Alcachofas salteadas con virutas de jamón y foie… Es notable el tratamiento del atún, sobre todo en la preparación del tataki, y es excelente la selección de carnes maduradas de vacuno, como el Entrecote de ternera que acompañamos con un tinto crianza de Beronia (poseen una bodega selecta y con precios muy ajustados). La clientela de Bariván siempre llega a los postres, elaborados en la cocina con mimo: además de su Tarta de Queso, Tiramisú y Tarta de chocolate con chocolate caliente; es imprescindible la Tarta al güisqui, consultar qué día de la semana la tienen.

Alcachofas con jamón y foie.

 

 

 

Teléfono: 963 40 37 50
UBICACIÓN:
C/Escultor García Más, 8. Valencia
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