Cada añada es como sacar un nuevo disco

Entrevista Rodolfo Valiente. Bodegas Vegalfaro

‘Al final cada añada es como sacar un nuevo disco, hay un estilo de vinos que te marcas y te gusta elaborarlos’

Chema Ferrer

La finca Alfaro, un paraje de viñedos situado en la Vega de Requena, dio nombre a las Bodegas Vegalfaro ahora hace ya más de dos décadas. Esta nació por la iniciativa de Andrés y Rodolfo Valiente (padre e hijo). Con el tiempo se incorporaron otros viñedos que dieron cuerpo a otros proyectos de la bodega, como la concepción de un vino de pago con el Pago de los Balagueses y otro con el de la finca familiar Casa Capote. La bodega siempre persiguió la excelencia, tanto en las mejoras del viñedo, como en los vinos y cavas que ha venido elaborando en este tiempo. Vegalfaro produce vinos en tres denominaciones de origen: DOP Pago de Los Balagueses (propia de su pago), DOP Utiel-Requena y DOP Cava. Rodolfo reflexiona en esta entrevista sobre el camino recorrido y las claves de futuro de su bodega.

Viña , bodega, vino …, ¿qué llevó a Rodolfo Valiente a convertirte en bodeguero?

La pasión por el vino y la viticultura. Desde pequeño había recorrido las fincas de la familia y además me encantaba ver la vendimia durante las vacaciones . Aunque me vino tarde la decisión, después de pasar por diferentes navieras en el Puerto de Valencia, decidí estudiar vitivinicultura para empezar un proyecto de elaborar vinos y cavas a partir de los viñedos de la familia. También es verdad que ya mis bisabuelos eran uno enólogo y el otro destilador de orujos.

Rodolfo Valiente en la bodega.

Licenciado en Derecho, enólogo, también músico…, una persona poliédrica donde las haya. Supongo que esa personalidad la proyecta también sobre sus vinos de alguna manera, ¿no?

Si, seguro. Al final cada añada es como sacar un nuevo disco, hay un estilo de vinos que te marcas y te gusta elaborarlos. Eso sí, siempre desde el conocimiento de tu viñedo y es que nunca hay un año igual; además, la manera de interpretarlo es lo que hace que consigas armonía. Es como una ‘jam session’. Al final, equilibrar y ecualizar son términos muy parecidos.

La bodega fue pionera en las prácticas de cultivo ecológico del viñedo y en cuidar los procesos de elaboración hasta llegar a certificar con etiqueta ecológica todas y cada una de las botellas que salen de la bodega. ¿Fue por convicción personal o una visión empresarial de lo que los mercados acabarían por valorar?

Fue una decisión por convicción personal. De hecho, desde los inicios ya éramos ecológicos y así trabajábamos el viñedo; más tarde, ya nos certificamos como bodega elaboradora ecológica cuando salió el Reglamento de la UE en 2012. Siempre me ha encantado el reciclaje, el aprovechamiento de los recursos propios y la sostenibilidad de la viticultura… Es curioso, ahora está muy de moda pero hace 20 años nos trataban de un poco locos.

¿Y cuándo está el vino en la copa? ¿En qué mejora la degustación gastronómica que un vino luzca la etiqueta ecológica?

Un etiqueta ecológica supone un compromiso tanto por parte del elaborador como del consumidor con el medio ambiente. El hecho de que no haya contaminación de la tierra y de los acuíferos nos tendría que hacer reflexionar sobre el granito de arena que pone cada uno para una mejor sostenibilidad de nuestra tierra. Por reglamentación de la Unión Europea se regulan las prácticas enológicas prohibiendo y limitando tanto en la elaboración como en el cultivo, como es el caso de los famosos sulfitos que no son más que el conservante E 220 y que en ecológico la dosificación es mucho más baja que el vino convencional. Sin duda, el vino es más saludable que el convencional y sienta mucho mejor.

¿Qué ha hecho Vegalfaro por la bobal, la variedad autóctona local?

Creo que le hemos encontrado un buen equilibrio gustativo a base de muchas vinificaciones, Conociendo muy bien las diferentes parcelas en distintos suelos o apoyándonos en otras variedades que se complementan. Nuestro Caprasia bobal es un ejemplo de lo que es un bobal de suelo arcilloso y de suelo calizo y como se funden para conseguir madurez con frescor. Nuestro vino joven de Caprasia aúna la bobal fresca y con buena acidez con el extraordinario complemento fe la madurez y crianza en barrica de la merlot. Esta ha dado muy buenos resultados, de hecho la exportamos a más de 20 países.

Ya nadie duda en la pujanza de los vinos elaborados en la comarca de Utiel-Requena ¿cuáles han sido las claves de esta marcha a paso firme de esta región vitivinícola?

Sin duda. la apuesta por la variedad bobal y la vinificación y el conocimiento que elaboradores y viticultores le hemos dado. El darle un giro distinto a lo que antes se hacía con esta variedad ha supuesto que surjan distintos modos de interpretarla, y todos para bien.

¿Qué proyectos futuros tienes respecto a la bodega?

Tenemos ya una gran variedad de vinos y cavas, la idea es de momento mantenernos en poder ofrecer lo que yo bautizo como vinos democráticos, como sucede con la gama Rebel.lia. Luego con los vinos y cavas todo terreno de los Caprasia, todos ellos con ensamblajes de dos variedades complementarias, así es como conseguimos el equilibrio. La elaboración de los vinos premium son los de Pago Los Balagueses, donde se prima el comportamiento de la variedad de añadas concretas y responde a vinos monovarietales. En esta gama también tenemos el cava Gran Reserva de 48 meses en rima y Los Altos de Los Balagueses. El lado de la improvisación de la bodega no quiero ocultarlo, en breve vamos a sacar un moscatel seco macerado con sus pieles de una viña que estamos trabajando entre Denia y Jávea, tiene con vistas al mar y al Montgó y confieso que me tiene loco. No me olvido de una reciente edición limitada, nuestro cava rosado Vegalfaro – Chiquilla, acaba de salir al mercado como conmemoración del 40 Aniversario de el grupo Seguridad Social que prepara para esta efeméride un conciertazo en Viveros el próximo 9 de marzo.

Vinos Pago de los Balagueses.